8
de diciembre de 2015
Amados, ¿Cómo nos preparamos para recibir la Navidad en nuestros
corazones?
Estas
fechas venideras, querida Hermana, son como un Broche de Oro para culminar
vuestro año Terrestre, ¿Qué mejor forma de terminar un año que recibiendo en
vuestros corazones el Amor que Dios os envía a través de rememorar el
nacimiento de El Embajador en la Tierra que trajo el mensaje más bello jamás
contado? ¿Qué os podemos pedir en comunión con vuestro Ser, sino que os améis
los unos a los otros como yo os amo y honréis la parte Divina que instalada en
vosotros renace más que otros días, en estas fechas luminosas?
Acercaos
a lo que os hace bien, queridos míos, y alejaos de lo que os afecta en la
medida en que podáis. No os estamos pidiendo que realicéis un retiro
espiritual, no más que lo que podáis hacer dentro de la vorágine que envuelve a
la Tierra en estos días.
Ahora
bien, sopesad en la balanza energética que portáis, los acontecimientos y
compromisos que todos tenéis, y si es así como debe darse, arrimaos a ellos
cambiadas las pautas que en años anteriores habéis adoptado y os han dejado un
vacío interno que difícilmente puede ser llenado con regalos, comida y bebida…
no necesitáis de tanto adorno y disfrute terrestre para sentiros felices y ver
renacer en la luz que baña a la Tierra tales cosas.
Lo
sencillo y verdadero es lo que perdura y como la huella de un fósil, quedará
registrado en vuestra impronta energética.
Tengo
el beneplácito y el gran honor de deciros en primicia que esta Navidad se dará
un antes y un después en vuestras vidas de caminos conscientes y me lleno de
tal alegría que mi luz se ensancha a lo largo y ancho del perímetro para
abarcaros a todos y fundirnos en Unidad, como una familia única dedicada a la
Sagrada labor que el Creador Padre/Madre nos indicó. Realizarla cada día, cada
hora, cada segundo.
Vestigios
regresan a la Tierra de otrora El Reino más hermoso que Dios alumbró, la Joya
Azul Esmeralda, de los mares la mejor…Los joyeros que la engarzan sois
vosotros con amor, pulid y limpiad sus caminos y devolved a la Tierra todo su
merecido esplendor.
Culminad
en estas benditas fechas como los Seres que sois Todos, Los Hacedores de Amor,
lo bajasteis del Cielo, repartirlo como es de rigor.
Que
os lleguen nuestros regalos en forma de actos hermosos y nobles, veréis la
Navidad que todos deseáis siguiendo las corazonadas de vuestra Luz Interior y
adornando la punta del árbol de vuestro entorno envolved a Todos con la Luz del
Redentor.
Felices
Fiestas a todo corazón sintiente y sincero.
Que
la magia os llene a todos los Hijos de la Tierra.
Gracias
siempre por vuestra labor.
Maestro
al servicio del Rayo Dorado de Dios.