El
EspÃritu de la Navidad eres Tú, soy Yo, somos Todos.
Extendamos este acto de Amor e impregnemos
al Mundo con la Gracia de Dios.
Asà sea, Asà es, Hecho está.
Hay deseos de Navidad que no deberÃan desvanecer su eco a lo largo del año…
Las buenas intenciones y
propósitos pronto se echan en el olvido cuando nos embarcamos de nuevo en los
quehaceres cotidianos de nuestras vidas.
Me propongo este año 2016 con
más fuerza y ánimo que en años anteriores, prolongar la “Magia de la Navidad”. Esa
energÃa que a todos en algún momento dado de estas fiestas hemos sentido de una
manera clara e irrefutable, la que ha hecho que nuestros corazones se desborden
y las lágrimas, regalos de Amor, asomasen a nuestros ojos… es la señal inequÃvoca que te ha tocado internamente el EspÃritu de la Navidad.
¿Y si aprovechamos esta energÃa
maravillosa y potente que entre todos hemos formado?
El egregor de la Navidad es un
halo energético que pende por encima de nuestras cabezas y con apenas alzar las
manos nuestros dedos se impregnan de esa luz, que no son sino todos los buenos
deseos e intenciones, pensamientos positivos, regalos cómplices y acciones
bondadosas que toda la humanidad ha inyectado con su intención en estas fechas
agraciadas por la llegada del Niño Jesús.
¿Por qué no proyectamos y
desplegamos esta maravillosa energÃa amorosa para que nos acompañe el resto del
año 2016?
Que no pierda su calidez y
solidaridad.
Que sigamos soñando todos
nosotros con el espÃritu de un niño, nuestro Niño Interior.
Que no dejemos de creer en la
bondad de las personas.
Que sigamos creando el Nuevo Mundo que tenemos planeado para nuestro hermoso Hogar y todos sus pobladores.
Hagamos esto juntos queridos
compañeros de travesÃa…lo que estamos experimentando es un viaje sin retorno. Un
viaje donde tu vida es tu mayor logro y tú su principal escala mundial.
Guardemos en nosotros muy Ãntimamente,
pero a flor de piel, lo que nos ha mostrado de bello estas Navidades; las
personas que amamos, la generosidad por doquier, el trabajo desinteresado, los
gestos de amor, los abrazos eternos y las sonrisas perennes en rostros repletos
de alegrÃa e ilusión.
SÃ, quizás sólo esté hablando de
una parte de lo que envuelve a estas fechas. El consumismo, las prisas y
compromisos parecen que no dejan escapar la oportunidad de alcanzarnos a todos,
y nos dejan un sabor agridulce. Ahora bien, enfoca tu mirada en los momentos
especiales que has vivido, quédate con lo que te ha hecho feliz y ha ensanchado
el corazón y agradece todas las circunstancias adversas, a pesar de todo nos
muestran un rasgo que aprender e integrar en nosotros.
Queridos compañeros en la
Tierra.
Hijos e Hijas de Gaia.
Pongamos la mano en el corazón
y con los ojos cerrados pidamos con fuerza y fe que no quede en el olvido lo
vivido.
Por sincero y amoroso.
Por el despliegue de “luces” y
adornos.
Por vernos engalanados con las
mejores joyas… la AlegrÃa, la Bondad y el Amor.
Estas Navidades nos han hecho
un regalo inconmensurable, nacer en consciencia en nosotros la Semilla que se
implantó hace ya más de 2000 años. Toma en tu mano dÃa a dÃa a tan insigne y sagrado
atributo de Dios e ilumina tu camino, hará que la Magia se extienda y expanda
desde ti a todo tu alrededor.
Desde mi luz esencial os envÃo
este deseo que brota del corazón.
Os amo.
Ana