11
de Febrero de 2016
¿Cómo podemos equilibrar en nuestro
dÃa a dÃa sucesos negativos y transformarlos en Perlas de SabidurÃa?
He
aquÃ, querida Hermana, una disyuntiva que a cada instante se os presenta en el
mundo donde os movéis.
No
se trata de esconderse en una cueva o hacer un retiro espiritual permanente… si
asà pudiera ser no habrÃa obstáculo ni lección que superar e integrar.
Esta
escuela, que es la misma Vida, os presenta un panorama tan variopinto y rico
cómo es vuestro Sistema Solar, por los infinitos matices en el abanico de
emociones que os pueden arrastrar, y la destreza vuestra se muestra al dejar de
luchar contra todo y contra todos, es un desgaste monumental y no merece la
pena ni siquiera para ganar la batalla final.
La
MaestrÃa de la Vida se da cuando fluÃs sin restar alegrÃa a este juego en todo
lo que acontece, incluso donde podéis observar oscuridad.
Desprendeos
de los miedos que os hacen manteros inamovibles ante cualquier vendaval, es ahÃ
donde se sufre y ya no es necesario adquirir aprendizajes con este cariz en
particular, sino con la comprensión del alma misma, este mágico hecho es lo que
hará que a partir de estos momentos podáis todos contemplar dos modos de hacer
las cosas:
El
sufrimiento y el dolor. La depresión y soledad.
O
la comprensión y aceptación de los hechos, observando a ojo de pájaro todo el
panorama global.
Es
asà como miramos nosotros desde estas latitudes y es por eso que vemos
claramente lo que debéis de integrar en cada caso en concreto, es la ventaja de
los Reinos Elevados, no hay juicio alguno, ni etiquetas de bien o mal.
Pero
es una grata noticia la que os he de mostrar, porque este Paisaje Alado a
vuestro acceso a partir de ahora está.
Buscad esta perspectiva elevada, desde este
prisma hermoso y claro, Todo se comprende con la máxima claridad y vuestra alma
se libera de ataduras que no necesita ya para avanzar.
Han
cambiado las formas de sanar en vosotros, comenzad a integrarlo en vuestros
dÃas con la mayor naturalidad.
¡Cuánto
me alegro de vuestros avances!
Es
infinita la dicha que llena mi corazón pleno de amor por vosotros.
Os
abrazo y os cubro siempre con mi manto protector no dejando vuestros pasos a la
deriva en el mar.
Kuan
Yin.
