Registros Akáshicos
Cada dÃa,en cada instante, a cada latir del corazón.
miércoles, marzo 08, 2017
En
este dÃa de una Inmaculada Luz:
Las
consciencias se expanden y se elevan, unificándose en una Consciencia Superior.
Corazones
exaltados que expresan la voluntad en la Tierra, derramada a través de su
portal interior en Semillas del Creador.
Cada
una libre, pura y verdadera realizando su función.
El
traje divino que hoy las viste fue seleccionado para tal ocasión.
La
magnitud de su hazaña se ha ido manifestando a lo largo de sus vidas y al fin
como una meta propuesta desde Ella misma en otro estado elevado, llega rendida
y saturada de Amor.
Cada
una es tan valiosa en su papel Creador que en una infinita escala asciende
vertiginosa atraÃda por su propio resplandor.
Como
una cadena diamantina se une con cada rostro alado de sus hermanas en Gaia,
formando un engranaje perfecto de protección amorosa para cada corazón.
Cada
energÃa manifiesta es atendida con mimo y cuidado por estos Seres que como
ningún otro expresan la Compasión.
Cada
alma encarnada en energÃa primigenia, con vestidura de la Madre Divina llegó a
este reino para forjar la más bella energÃa que ahora en la Tierra es necesaria
y seguir elevando a una octava por encima de la realidad dual que atiende a su
función.
El
corazón que emite ondas infinitas desde el Portal Incondicional del Amor Divino
en acción tiene nombre y apellidos de mujer.
No
es casual que hoy esté aquà realizando un llamado a las almas que se sientan atraÃdas
para una labor de entrega y compasión al prójimo.
El
estado de la EnergÃa Femenina se caracteriza por dicho Don.
Retomad
vuestro Poder ancestral y entregadlo con inconmensurable fervor…sin medida, sin
tregua alguna, es la cura para una humanidad que Despierta de su estado de
letargo y Ellas son el faro que les alerte en cada travesÃa de qué rumbo tomar
en cada manifiesta ocasión.
Como
maná que sacia al sediento.
Sombra
en el vasto desierto.
Y
abrigo en la intemperie más aciaga.
Ella
siempre asume con infinita ternura y bondad cobijar bajo su manto a cada rostro
de Dios.
En
acción, independientemente del ritmo en el que se halle cada corazón.
Desde
la Consciencia de Unidad del Ser, recordad a cada paso que sois la Semilla y la
Luz del Padre/Madre Creador.
